Por medio de la escritura se puede conocer a una persona; no espero que les guste, somos mentes diferentes; tampoco espero que no critiquen, simplemente aquí me expreso y digo lo que pienso; todos tenemos creencias, puntos de vista e ideologías diferentes, estamos para aprender y no para creer tener la razón. Así que bienvenidos a mi blog de principiante.

viernes, 6 de julio de 2012

Las 7 ventajas de la idiotez. Homenaje a la columna de Alejandra Azcárate


Hace 22 minuto(s).
Las 7 ventajas de la idiotez. Homenaje a la columna de Alejandra Azcárate

Me gustan las mentes agudas, ágiles y despiertas. No me identifican mi genética, ni mi metabolismo sino una formación rica en referentes y diversidad de puntos de vista, que me permiten encontrar belleza tanto en la desproporción como en la simetría. Pero así mismo, hoy decidí alejarme de mi excluyente perspectiva que privilegia la amplitud de miras para estrechar mi mente y analizar las ventajas de ser ignorante. Una mujer que nace bruta o que decide ser ignorante ha de tener ciertos puntos a su favor que deben ser resaltados y no señalados por las sabihondas como yo.

1. No piensan a la hora de hablar o escribir. Esa es una invaluable sensación de libertad. No se mortifican por los comentarios adecuados para opinar, ni mucho menos se estresan por la escogencia de los mismos. Un artículo irresponsable sobre la gordura en una revista de cobertura nacional no es una posibilidad absurda, al contrario, puede ser una realidad semanal.

2. Cuando hablan en la W, se sienten halagadas al ser reducidas a las tallas de su ropa, sin reparar en la violencia simbólica ejercida sobre las mujeres por Julito y su mesa de trabajo. Se pasan horas midiéndose opciones de prendas porque “hay que arreglarse” para no encarar su precariedad como seres humanos. Sus compras son eternas. ¿Qué me queda por hacer? Eso soy y dura poco.

3. Se sienten como unas genios ya que ellas sí conocen de cerca la caballerosidad sorda que asiente a sus mentes insulsas, con la garantía de que guarden silencio cuando de tomar decisiones se trate. Los hombres les ceden el puesto porque asumen que es poco precio por pasarles por encima, las miran con ternura cuando dicen alguna estupidez, les sonríen, las saludan con palmada en la cola, les corren la silla porque las saben inútiles, les abren la puerta del carro para hacerles creer que sí cuentan y las morbosean porque saben que eso satisface su vanidad, que no conoce la genuina admiración.

4. Disfrutan a plenitud la aprobación masculina. Las analfabetas funcionales como Azcárate no generan desconfianza en los círculos de poder, por eso pueden darles un micrófono y hacerles creer que son chistosas, lúcidas y generadoras de opinión, porque sus jefes saben que están mentalmente incapacitadas para ejercer la crítica. Así que además de tener grandes amigos en posiciones de poder producen una confianza que solo es recompensada con una fachada de respeto, que sólo a ellas las convence. No sufren el dolor de la traición ni prueban el veneno del engaño, porque viven en el paraíso indiferenciado de la inopia intelectual.

5. En el sexo se desenvuelven con facilidad. Al no sentirse dueñas de su propia sexualidad y conformarse con satisfacer a otros, se sienten seguras de ellas mismas porque su fin último no es otro que convertirse en grandes amantes. Siempre se entregan como si fuera la primera vez, porque le han dado al hombre el poder de demandarles que así lo hagan. No tienen límites en su ignorancia, no les preocupa si su cuerpo está al borde de un colapso por inanición , siempre que tengan la certeza de que su fortaleza es generar placer. Son capaces de llegar hasta el punto de hacerle olvidar a su pareja la sensación de estar compartiendo su vida con una muñeca de plástico.

6. La playa o el plan de piscina no las cohíbe. Uno las ve pavoneando sus cirugías y sus largas faenas en el gimnasio. Cacarean al lado de la piscina, desparramando sus ridículas opiniones sin tapujos y sin miedo a la crítica, para la desgracia de quienes tratamos de disfrutar alguna lectura a la sombra. Pasan horas en la máquina bronceadora sin preocuparse por las horas de inactividad mental. Con la bronceada se evidencia su ignorancia sobre los riesgos del calentamiento global, quedan parejamente anaranjadas como si sufrieran de ictericia y no les importa, porque, como la Azcárate, están ahora mismo preguntándose si esa palabra designa una nueva modalidad de bronceado. Dicen cada imbecilidad en la radio, en la televisión y hasta las publican en Internet, frescas.

7. Viven pendientes de los tratamientos, trucos o sistemas para alcanzar la figura ideal, son conscientes de sus limitadas posibilidades y las asumen, se aceptan ignorantes y subordinadas, evitando toda suerte de desafíos mentales. Así creen amarse y están convencidas de ser amadas.


Si resumimos, la ignorancia profunda genera libertad. Algo que pocos seres como Alejandra Azcárate logran conocer a lo largo de su vida. Es cierto que por momentos debe producir insatisfacción y una lucha por modificar lo existente. Qué mejor ejemplo de ello que el dramático suicidio de su gran amiga Lina Marulanda, la “pesadilla” que Alejandra Azcárate “no termina de entender” pero que no le impide reproducir en sus estúpidos enunciados la misma ideología patriarcal que llevó a su gran amiga a suicidarse. “Y así suene cruel, es la cruda verdad.” Con la nula autorreflexión que caracteriza a las mujeres orgullosamente brutas, Azcárate se aleja con facilidad de las presiones y convierte su figura en su mayor factor de seguridad.

Con todo y eso, no nos digamos mentiras, es difícil ser una mujer inteligente en Colombia. Así que no se engañen más. Dejen de pensar que Alejandra Azcárate es chistosa. Por el contrario, Azcárate es una bully y sus comentarios sólo son graciosos en el lamentable contexto de segregación en que vivimos los colombianos; en el que los chistes racistas, clasistas y sexistas no reciben la censura social que deberían. La discriminación es un crimen ¡Asúmanlo! Ojo no con la gordura sino con la exclusión normalizada y sobre todo no olviden que las mujeres que ven el mundo como Alejandra Azcárate generan lástima y no admiración. Sin mencionar que la imbecilidad sólo resulta linda cuando se es bebé.

Por Kika y Chili

jueves, 8 de marzo de 2012

Ay si, ay si, feliz día mujer ;)

Por María Alejandra González E.


Ay si, ay si, somos musas de inspiración;
Ay si, ay si, ¿qué sería del mundo sin nosotras?
Ay si, ay si, yo me amo mucho.

Hoy en los diferentes diarios de mi ciudad, del país y del mundo pude notar que dedicaron más de una página a las mujeres que marcaron historia, a las que revolucionaron el mundo, a las más emprendedoras y a muchas otras; hoy, he notado que todas las personas mandan mil cadenas deseando un feliz día, etiquetan a todo el mundo en una hermosa frase de Arjona, Neruda o cualquier loco que se inspiró en alguna mujer. Sinceramente nosotras estamos felices celebrando este día, felices recibiendo noticas, chocolates, canciones, trinos y quién sabe qué más cantidad de cosas; pero tristemente como mujeres permitimos que el respeto, el cariño y los detalles sean sólo en fechas especiales.



 ¿por qué sucede esto?, porque no estamos entendiendo el valor que tenemos como mujeres, pues viene un hombre bonito (bueno lo peor de todo es que no es necesario que sea bonito), con unas palabras dulces, con carita de niño bueno ofreciéndonos el cielo y es ahí donde nuestra debilidad de mujer sale a flote, porque hay que ser sinceros y así como a los hombres se les enamora por la vista, a las mujeres se nos enamora por el oído, regalando así nuestro corazón a un hombre que no conocemos, perdiendo el respeto a nosotras mismas y muchas veces entregando nuestra  propia vida y sueños. No entraré en detalle, la verdad estoy escribiendo esto a la carrera, pero es un nudo que llevo por dentro, porque veo como compañeras, amigas y muchas mujeres que me rodean han entregado su corazón a muchos hombres como si éste fuera un regalito que das pero que después de cierto tiempo tienes que pedir que lo devuelvan, y es precisamente cuando te lo devuelven que te das cuenta que no debiste entregarlo, porque ves como cada persona le hace una nueva herida y las heridas que ya estaban ni siquiera se han sanado; la pregunta que quiero hacer es ¿quieres entregarle un corazón así de dañado al hombre que te acompañará toda la vida, al papá de tus hijos y a ese amor “esperado” que tanto llevas soñando? Bueno, si es que esto tenés en planes porque ahora todas quieren ser madres solteras e independientes.



Ya para concluir y no echar tanta carreta en este blog, si estás feliz celebrando el día de la mujer, sintiéndote orgullosa de lo que eres, también analiza si ese valor lo sientes todo los días, o si simplemente tu autoestima es tan inadecuada que el único día que un hombre te “respeta” es hoy; por eso sólo unos cuantos tienen la valentía de enamorar a una mujer todos los días, de llevarle chocolates cuando no es una fecha especial, de darle una carta cuando ni siquiera se está cumpliendo años y de cuidar su corazón porque entiende que es un vaso frágil y la niña de los ojos de Dios; pero  no olvides mujer que esa pequeña regla  de buen trato y amor, siempre la pones tú . 

Un secreto: somos más valiosas que las piedras preciosas (Proverbios 31:10)

jueves, 27 de octubre de 2011

Yo me llamo, y tú ¿cómo te llamas?

Por: María Alejandra González E.

Para nadie es un secreto que el Reality Show emitido por el Canal Caracol ha tenido muy buena aceptación  en el público colombiano;  la  falta de identidad, el  fatal presentador que tienen, el jurado subjetivo y desequilibrado que se mandan, y aún hasta las frases mal dichas, como por ejemplo  “si te gusta tu artista favorito, ahora te gustará el doble” , ¿no se supone qué si es tu artista favorito pues es obvio que te gusta?, en fin, todos estos son algunos factores que han hecho de éste programa todo un éxito, tanto que ya se realizan fiestas con  karaoke al estilo Yo Me Llamo.

¿Cómo me llaman?, ¿quién me llama? Y ¿para qué me llaman?, Son las preguntas que muchos jóvenes se hacen hoy en día, pues es más importante tener un nombre conocido en la universidad, en el colegio o en el trabajo que ser un “Don Nadie”, aunque siendo sinceros, a veces hace más un “Don Nadie” que el tipo más popular.

En la actualidad se tienen que seguir patrones predeterminados; ¡Qué tristeza! Siempre se vive pensando en el qué dirán y nunca en el interior de las personas; siempre creemos que una cara bonita o una gran sonrisa hacen de alguien un mundo maravilloso; (bueno no quiero decir que los que sonríen y tienen cara bonita son perversos o algo así), sólo quiero decir que los medios de comunicación (a excepción de algunos), nos han vendido una imagen falsa de la vida, un mundo plástico e inútil, nos tratan como a productos y hasta manipulan nuestros pensamientos,  pretenden que dejemos nuestra esencia y lo que queremos ser, por seguir los pasos de una persona que no encuentra sentido, que no ha disfrutado ni de su familia, ni de sus amigos y aún de la vida misma por estar envuelto en falacias.

Yo me llamo María Alejandra González Echeverri y no pretendo seguir a ningún ser humano, sólo sé que tengo claro lo que Dios piensa de mí y no lo que los demás andan diciendo; escribo esto porque en algún momento de vida lo experimenté; cuando estaba muy pequeña y empecé a trabajar en medios creí que sólo una cara bonita y cuerpo delgado podían hacer llegar  a alguien al reconocimiento de todos, pero a causa de ese pensamiento y el querer ser como otras mujeres sólo conseguí estar hospitalizada mes y medio a causa de Anorexia Nerviosa, la cual por poco acaba con mi vida y con la de mi familia.

Después de mucho tiempo vine a entender que las personas que me quieren, me aceptan como soy, y que para llegar a ser alguien en la vida, sólo se necesita tener seguridad, voluntad, fe y cerebro, ya que no es cuestión sólo de creer, sino también de hacer.

Yo me llamo María Alejandra González Echeverri, y tú ¿cómo te llamas?

domingo, 6 de marzo de 2011

MUERTOS VIVIENTES

Por: Mariale gonzález

La morgue, ese lugar que muestran en la televisión con  sensacionalismo y amarillismo, ese lugar donde quedan miles de cuerpos que nunca son reclamados ni por parientes, ni por amigos; ese lugar donde mil historias quedan perdidas  y donde la mayoría son víctimas de la violencia de nuestro país. La morgue, ese lugar donde quedan los sueños, ganas, amores y sonrisas, pero donde también quedan las peleas, los rencores, los odios, los dolores,  los días que no se aprovecharon, los abriles que se desperdiciaron  y las oportunidades que pasaron.

La muerte por un lado es la finalización de las actividades vitales de un organismo, pero también es ausencia de vida; muchas veces estando vivos somos más muertos que los mismos muertos; muchas veces pudiendo aprovechar el sol, la luna y las estrellas nos conformamos con estar encerrados en nosotros mismos, llenando nuestro corazoncito de odio, dolor, engaño, envidia y maquinando por segundo mil cosas destructivas no sólo para nosotros mismos, sino para los demás; ¿cuántas veces no hemos estado como los cadáveres de la morgue, destilando ese olor putrefacto y siendo tan sólo carne?, ¿cuántas veces no contaminamos la sociedad con nuestras palabras y con nuestras acciones?¿hasta cuándo seguiremos siendo máquinas de trabajo y seremos humanos?; en  la vida nuestros padres, profesores, hermanos y amigos se han dedicado a recordarnos que tenemos que ser “alguien en la vida”; pero ¿qué significa  ser alguien? ¿Será que es tener un título lleno de mil condecoraciones y tener dinero por montonones?, ¿cuántas veces  hemos dejado que nuestros sueños  se conviertan sólo en un título de reconocimiento  ya sea profesional o material y hemos renunciado a nuestra vida?.

Muchas veces  creemos que ser alguien importante  es tener un buen estrato social, una buena educación y saber cómo comportarse en la mesa; pero los seres humanos somos más que eso, somos un  conjunto de espíritu, de alma  y de cuerpo  en donde no se juega solo por ser el mejor de la clase, el mejor del trabajo o la persona más conocida dentro de un círculo de amigos; ¿de qué nos sirve tener mil reconocimientos, si nosotros mismos ni nos conocemos, si cuando llegamos a la casa nos sentimos como los seres más insignificantes del mundo y volvemos a ser “normales”?; ¿será que eso es vida? Yo creo que no, vivir así es vivir en ese lugar lúgubre, donde el frío, el mal olor y el miedo están siempre presentes, quizá sin darnos cuenta vivimos en ese lugar que conocemos como morgue.

Nosotros  podemos cambiar este presente; aprovechemos  nuestra  familia,  nuestros amigos y  todo lo que nos rodea;  pensemos en darle vida a esos sueños que tenemos muertos, ¡aún hay remedio, todo está en nuestras manos!, recordemos que no es un título ni un reconocimiento, es ser lo que queremos  ser sin hacerle daño a los demás, sin hacernos daño a nosotros mismos. Recordemos que estamos vivos y podemos revivir nuestros deseos, anhelos, sueños y proyectos, no seamos muertos en vida, vivamos la vida pero la buena vida.


"Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece." Santiago 4:14


 

viernes, 25 de febrero de 2011

Nuestra “degradación”



Por: Mariale González


"Se ríen de mi porque soy diferente pero yo me río de ellos porque son todos iguales" Kurt Cobain

En mi generación los hombres ya no son tan hombres, se les ha olvidado el valor de la mujer, claro, no porque ellos quieran sino porque las mujeres lo hemos permitido; ya no se llega de blanco al matrimonio, ¿para qué?, si tenemos que probar antes de irnos a amarrar; si usted es de mi generación y no sabe bailar el famoso “choque”  está en la inmunda, éste es el baile de “moda”. No me diga que usted no ha probado la marihuana, porque ella es la que nos escapa de tantos problemas, y mucho menos me vaya a decir que usted tiene novia, porque eso en este tiempo no se utiliza, ahora sólo te acuestas con ella y no tienes que llevarle flores, chocolates y mucho menos “ganarse” a los suegros. Las diferentes cursilerías a cualquiera enamoran, pero como pertenecemos a esta generación estamos rotundamente prohibidos a utilizarlas.

¿Qué tristeza verdad?, aquí les presento a mi generación, esa generación que cada día se olvida que existimos y que somos seres humanos; que nos ve como objetos de mercado, en la cual el cuerpo, la familia, el estudio y los sueños son un simple protocolo. Mi generación, la que desde hace unos 6 años se ha venido degenerando lentamente, dónde se han olvidado todos los valores que nuestros ancestros se esforzaron en sembrar, dónde la tecnología y medios nos sumergen, llevándonos a preferir almorzar al lado de un computador que de nuestra propia familia.

Muchas veces cuando voy de mi casa a la universidad o al trabajo, veo como miles de jóvenes que tienen talentos y aptitudes se dejan sumergir en el mundo de la miseria y el abandono, en un mundo que sólo les brinda dolor y vacios. Hace algunas semanas venía de trabajar,  y en un semáforo una niña aproximadamente de 15 años, estaba con un tarro de solución en la mano haciéndole mil caras y gestos seductivos a un hombre que se encontraba a su lado;  de un momento a otro se bajo la blusa, mostrándole  todo su cuerpo, el semáforo cambió y la escena ahí quedó; triste o afortunadamente no pude enterarme del final de la historia;  mí  corazón se entristeció  y entendí que mi generación está peor de lo que pensé. Comparto esta historia no para poner en ridículo a esa niña, sino para que nos demos cuenta de qué estamos haciendo los jóvenes; nosotros somos más que barro, por eso tenemos que ser agentes de cambio, o ¿ya se nos olvido qué es el amor?, amar no es dormir una noche con alguien, ni tener a la persona más linda a nuestro lado; amar es luchar, esperar, soportar y sacrificar cosas por la otra persona; no sé qué sería del mundo sin el amor, para mí es la fuerza que nos permite seguir adelante a pesar de los problemas; el amor es el mecanismo más efectivo para cambiar la sociedad y la generación.